dijous, 7 de juliol del 2016

QUÈ VOLIA DIR SER "COMUNISTA", SEGONS ERIC HOBSBAWM (1)

Actualment, el factor K (komunismus) ja no compta tant com en l'època dels blocs (guerra freda) que va impedir que els partits comunistes europeus -encara que fossin eurocomunistes- poguessin entrar en els governs per vies democràtiques. 
Ironies de la vida, les sigles "PC" avui ja no s'associen amb la política rupturista amb el sistema, sinó amb la informàtica (Personal Computer: ordinador personal).

E. Hobsbawm:1917-2012
En les darreres eleccions, entre tantes frivolitats d'un i altre costat, hem vist que s'agitava l'espantall de Veneçuela, el de populisme radical, i també el de "ser comunista" a Pablo Iglesias, a Alberto Garzón, o bé a Julio Anguita. Es tractava d'arraconar la veu electoral de la protesta, en lluita contra l'austericidi i la desigualtat que la dreta més impia del país ha aplicat amb una manca d'escrúpols extraordinària. Del que es tracta es d'establir un cordó sanitari entorn Unidos Podemos i les Marees, i els aires de canvi. És molt probable que trobin alguna fórmula. I també cal treballar perquè no els surti de franc.

PERÒ, QUÈ VOL DIR "SER COMUNISTA"?
Per a molts aquest ja és un mot de museu, dins el context dels anys 20 i 30 del segle XX. Molts ho diuen com un record a la gent més valuosa de la seva generació. Aquest és el meu cas. De forma respectuosa i sentimental al sacrifici  de moltíssima gent menuda.

Em remeto a l'historiador més important del segle XX, Eric Hobsbawm, mestís pels quatre costats. Representa aquest internacionalisme tan característic de la mirada global.  De família jueva, fruit d'un matrimoni germano-britànic i nascut a Egipte per accident.  Es va fer comunista als14 anys a Alemanya. Després, emigrat a la Gran Bretanya, va formar part del Partit Comunista Britànic. En desacord per l'actitud ortodoxa d'obediència a Moscú, després dels episodis d'Hongria i Txecoslovàquia, va dissentir públicament de la línia oficial del PC Britànic, però mai va voler donar satisfacció als anticomunistes a l'ús, iva adoptar com a seva la línia oficial del Partit Comunista Italià, més distanciat i autònom de la línia oficial del PCUS. En les seves memòries trobem l'explicació més coherent i clara del significat de la identitat comunista:

"Me hice comunista en 1932, aunque en realidad no ingresé en el Partido hasta mi llegada a Cambridge en otoño de 1936. Permanecí en él durante unos cincuenta años (...) La cuestión de por qué el comunismo atrajo a tantos hombres y mujeres excelentes de mi generación, y qué significa para nosotros ser comunistas, debe ser un tema central en la historia del siglo XX.
"Hoy en día el comunismo está muerto. La URSS y la mayoría de Estados y sociedades construidos sobre su modelo, hijos de la Revolución de Octubre de 1917 que fue nuestra fuente de inspiración, se han derrumbado completamente, dejando tras de sí un paisaje de ruina económica y moral, de tal manera que ahora resulta evidente que el fracaso formaba parte de esa empresa desde un principio. No obstante, los logros alcanzados por los que se inspiraron en esa convicción, y la creencia asociada de que "no existe fortaleza que los bolcheviques no puedan conquistar", fueron en efecto bastante extraordinarios. Al cabo de poco más de treinta años de la llegada de Lenin a la estación de Finlandia, un tercio de la humanidad y todos los gobiernos entre el Elba y el mar de China vivían bajo el dominio de partidos comunistas. La propia Unión Soviética, derrotando a la máquina bélica más formidable del siglo XX, que había pulverizado a la Rusia zarista, salió de la Segunda Guerra Mundial como una de las dos superpotencias del mundo. No ha habido un triunfo de una ideología comparable desde las conquistas (más lentas y menos globales) del Islam en los siglos VII y VIII de nuestra era.
"Esto se consiguió gracias a pequeños grupos, con frecuencia relativa o absolutament minúsculos, que se erigieron en "partidos de vanguardia", pues, a diferencia de los partidos obreros que surgieron a finales del siglo XIX, en su mayoría también inspirados en las ideas de Karl Marx y fomentados por ellas, el comunismo no fue concebido como un movimiento de masas, y en realidad pasaría a serlo sólo por un accidente histórico. En este sentido contrasta y en realidad rechaza el planteamiento clásico de la socialdemocracia marxista, por el que se esperaba que todo aquel que se reconociera como "obrero" se identificase con partidos cuya esencia, a menudo expresada en su mismo nombre -Partido Laborista- se fundamentaba en que constituían partidos de la clase trabajadora. Dar su apoyo al partido del trabajo no era tanto, a su juicio, una elección política individual cuanto al descubrimiento de la existencia social del individuo, lo que necesariamente tenía ciertas repercusiones públicas. A la inversa, sus actividades políticas menores estuvieron impregnadas del sentido de lo que definía la existencia social de un individuo, por lo que las asociaciones que se reunían  en los salones interiores de las tabernas de la Viena roja practicaban sus aficiones no como coleccionistas de sellos, sino como Filatélicos Obreros,o como Colombófilos Obreros. Ese tipo de partidos también podían encontrarse a veces en el movimiento comunista, como sucedió sobre todo en la Italia de posguerra. Allí el Partido, arraigado en la familia y en la comunidad local, combinaba la tradición del antiguo movimiento socialista con la eficacia organizativa del leninismo y la autoridad moral de una Iglesia católica secular. (Como dijo Palmiro Togliatti en 1945: "Un retrato de Marx junto al de Jesucristo en todos los hogares".) Era un tipo de partido en el que una joven de Módena podía solicitar con bastante naturalidad a su federazione del Partido que se informara en la federazione de Padua si el apuesto carabiniere de esta ciudad que la cortejaba era un joven "formal" (pero por desgracia resultó que estaba ya casado en Padua). Aquí lo público y lo privado, ser mejor persona y construir un mundo mejor, se consideraban facetas inseparables."

QUÈ VOLIA DIR SER "COMUNISTA", SEGONS ERIC HOBSBAWM (1)

QUÈ VOLIA DIR "SER COMUNISTA", SEGONS ERIC HOBSBAWM (2)

"SER COMUNISTA": PREPARATS PER A SER PRESONERS I NO PAS CARCELLERS (i 3)

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